Lo primero que debes saber es que la adicción es una enfermedad reconocida por la OMS: Tú no eres culpable de tenerla ya que en su desarrollo intervienen factores genéticos, emocionales y sociales. Y lo peor es que a pesar de ello tu mal resulta inconfesable, una vergüenza.
Te modifica el comportamiento. Te hace sentir sucio, mala persona y sin fuerza de voluntad. Te hace pasar de familiares y amigos con quienes discutes cuando intentan ayudarte. Tus conflictos te llevan a buscar excusas para consumir. Fin de semana, salir del trabajo, Navidad, un cumpleaños, cualquier momento es bueno para consumir. Estoy solo, me han despedido, soy infeliz, cualquier excusa es buena para no sentirse culpable.
Entonces estás tan asustado que no te atreves ni a pedir ayuda. Al principio da miedo. No estás seguro si dejarlo. Pero no reaccionar solo implica el desastre. No tengas miedo. No necesitas droga. Con nuestra ayuda, Gina y María, adicta y co-adicta recuperadas y formadas profesionalmente estarás con personas que te entienden, respetan y ayudan. Porque ellas han estado en tu misma situación.
En la primera cita se valorará el estado del paciente para definir la mejor opción de tratamiento de desintoxicación. Disponemos de dos alternativas posibles.
Juntos buscaremos las mejores herramientas con las que eliminar aquellos hábitos que son perjudiciales.
Analizamos de las causas que la generan.
Camino hacia la reinserción total, tanto social como familiar. Planifiquemos el futuro juntos.
El adicto se ha recuperado, Está desintoxicado y sereno. Sabe qué pautas debe seguir y estrena una nueva vida, sana e independiente.
Camino hacia la reinserción total, tanto social como familiar. Planifiquemos el futuro juntos.
Los familiares son los primeros perjudicados del daño provocado por la adicción de una persona. Ellos han pasado miedo, angustia y tristeza en el proceso devastador y auto-destructivo del adicto.
Aquellos familiares que necesiten de forma adicional ayuda podrán disponer de terapia individual o colectiva.
